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Durante la última década, el consejo médico sobre el uso diario de aspirina en dosis bajas como prevención primaria de enfermedades cardíacas ha cambiado dramáticamente. La aspirina, conocida por su efecto anticoagulante, inicialmente ganó popularidad por ayudar a prevenir la formación de coágulos que pueden provocar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, investigaciones recientes muestran una nueva perspectiva que podría cambiar el comportamiento de muchos profesionales sanitarios y pacientes.
Aunque la aspirina todavía se utiliza con frecuencia como medio de prevención secundaria en pacientes que ya han experimentado eventos cardíacos, las directrices sobre su uso para la prevención primaria en personas sanas son cada vez más estrictas, especialmente en el Reino Unido. Esto se debe a estudios que indican riesgos importantes asociados con su uso, como hemorragias graves.
¿Por qué están cambiando las pautas sobre la aspirina?
Históricamente, aspirina Se recomienda ampliamente para prevenir un primer infarto o ictus en personas sin antecedentes de enfermedad cardiovascular. Sin embargo, organizaciones como el Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención (NICE) del Reino Unido han revisado sus recomendaciones basándose en nuevos estudios.
¿Cuáles son los riesgos asociados con el uso regular de aspirina?
Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association señaló que en los adultos mayores sanos, aspirina No sólo no logró reducir significativamente la incidencia de ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares, sino que también aumentó el riesgo de hemorragias mortales. Estos datos sugieren que para quienes no tienen antecedentes de enfermedad cardiovascular, los riesgos pueden superar los beneficios.
¿Cuándo se recomienda tomar aspirina?
Aún no hay una indicación clara de su uso. aspirina En casos de prevención secundaria. Para las personas que ya han sufrido un ataque cardíaco o un derrame cerebral, la aspirina puede seguir siendo una parte vital de su régimen médico para prevenir incidentes futuros. Esto está respaldado por estudios y directrices que destacan la importancia de la aspirina para estos pacientes, a pesar de los riesgos de hemorragia.
Sin embargo, incluso entre estos pacientes, la necesidad de una evaluación cuidadosa es crítica, especialmente entre los pacientes de mayor edad. Las investigaciones sugieren que las personas de 75 años o más tienen una mayor frecuencia de complicaciones hemorrágicas cuando toman terapia continua con aspirina.
- Siempre consulte a un médico antes de comenzar o dejar de usar aspirina.
- Reevalúe su tratamiento médico periódicamente, especialmente si está ingresando al grupo de edad superior.
- Mantener un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada y ejercicio regular, como medidas preventivas complementarias.
A la luz de estos cambios y descubrimientos, es cada vez más importante que los pacientes consulten a sus médicos sobre el uso de aspirina, sopesando los beneficios y riesgos según su condición de salud individual. Aunque la aspirina sigue siendo una herramienta valiosa en medicina, su uso debe ser cada vez más juicioso y personal.
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