Si coloca utensilios de plástico en el microondas, ¡DETÉNGASE INMEDIATAMENTE!

Calentar alimentos en recipientes de plástico en el microondas es una práctica muy común, pero ahora, una nueva investigación de la Universidad de Nebraska-Lincoln (EE.UU.) advierte que este proceso puede liberar miles de millones de partículas de plástico que acaban en los alimentos y posteriormente en el cuerpo humano. .

Lea también: ¿Eres tú? Estudio demuestra que el 50% de las personas sufre de trastorno mental

El estudio se centró en los envases de alimentos hechos de polipropileno y polietileno, materiales considerados seguros para uso alimentario por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA).

En las pruebas, después de tres minutos de calentamiento en un microondas de 1.000 vatios, los líquidos colocados en los contenedores se analizaron en busca de microplásticos y nanoplásticos.

Los utensilios de plástico «seguros» pueden no ser tan seguros

Los resultados de la investigación mostraron que calentar agua o productos lácteos en recipientes de polipropileno o polietileno resultó en la liberación de las concentraciones más altas de plástico. Los alimentos y bebidas que se refrigeran o almacenan a temperatura ambiente también liberan partículas, pero en cantidades más pequeñas.

A pesar de la advertencia, la investigación dejó en claro que el impacto de estas partículas microplásticas en el cuerpo humano aún no se comprende por completo. Estudios previos sugieren que pueden ser dañinos para el intestino y los procesos biológicos esenciales. Los experimentos con células de riñón fetal expuestas a estas moléculas mostraron que un alto porcentaje de ellas moría.

Cabe señalar que, como cualquier estudio científico, serán necesarias más investigaciones para evaluar el alcance del daño que estas partículas de plástico causan en el cuerpo humano. Sin embargo, con los resultados, los investigadores ya han enfatizado la importancia de encontrar alternativas que liberen menos microplásticos. La esperanza es que puedan aparecer productos que, en el futuro, puedan clasificarse como libres de microplásticos o nanoplásticos, para proteger aún más la salud de las personas sin sacrificar la practicidad.