2- Ejercicios de fuerza: Aunque la lógica sólo vincula el entrenamiento de fuerza con el culturismo, Krivoy confirma que esto no es cierto, ya que todo lo que hace una persona implica fuerza. Cuando alguien camina o corre, por ejemplo, está usando fuerza en el suelo, e incluso al levantar la bolsa está usando fuerza.
«El culturismo es sólo otra forma de generar tensión en los músculos para que tengan una mayor capacidad de contraerse y generar tensión. A mayor tensión, mayor será la fuerza. Pilates es un ejercicio de fuerza, y el entrenamiento funcional también puede incluir entrenamiento de fuerza; correr Cuesta arriba, remar o nadar también es un ejercicio que implica fuerza muscular.
Lo que mucha gente no sabe es que el entrenamiento de fuerza es fundamental, porque a medida que envejecemos perdemos fuerza y masa muscular. Así, las tareas básicas del día a día se vuelven más difíciles, como cargar bolsos, levantar objetos, colgar la ropa, levantarse del sofá o silla y levantarse del suelo.
El entrenamiento de fuerza en la sala de pesas ayudará a aumentar la masa muscular. «El entrenamiento de fuerza es mucho más que solo entrenamiento con pesas. La masa muscular es importante si va acompañada de ganancias de fuerza para que una persona se convierta en un adulto funcional».
3- Ejercicios de estiramiento, flexibilidad y movimiento: Esencial para ayudar a mantener y aumentar la flexibilidad y la movilidad. La flexibilidad es la capacidad de utilizar una articulación en su máxima extensión. Los jóvenes no suelen valorar este tipo de actividad, pero lo cierto es que el envejecimiento también conlleva una disminución de la flexibilidad de músculos y tendones (además de la pérdida de masa muscular).
El estiramiento es una estrategia y un método de entrenamiento para mejorar la capacidad de los músculos para alcanzar una mayor amplitud.
La movilidad es la capacidad de mover una articulación libremente durante el movimiento. El acortamiento muscular aumenta el riesgo de sufrir lesiones, calambres y caídas, además de provocar dolores musculares, de espalda y articulares. La rigidez muscular también dificulta la realización de actividades cotidianas, como agacharse para atarse los zapatos o levantar los brazos para colgar la ropa en una cuerda.
El educador físico dijo: «A medida que envejecemos, perdemos flexibilidad y fuerza muscular. Cuando perdemos ambas, pierdo movilidad y capacidad de realizar movimientos». Los ejercicios que trabajan la movilidad y la flexibilidad incluyen el yoga, los estiramientos y la gimnasia física, entre otros.
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