El martes (13), investigadores de la Universidad de Texas en San Antonio en los Estados Unidos revelaron un importante descubrimiento relacionado con la capacidad de resistir. Infecciones y otros estreses inflamatorios. o recuperarse de ellos. Llamada «plasticidad inmunológica», esta competencia varía ampliamente entre los individuos, independientemente de la edad.
El estudio, que se realizó en colaboración con investigadores de cinco países, se publica en la revista Nature Communications.
En física, la elasticidad es “una propiedad que tienen algunos cuerpos para volver a su forma original después de sufrir una deformación elástica”, según el Oxford Dictionary of Languages.
El trabajo, apoyado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) y la Administración de Salud de Veteranos de EE. UU., involucró a casi 50,000 personas de diferentes edades y desafíos con sus sistemas inmunológicos.
«Descubrimos que durante el envejecimiento y cuando se exponen al estrés inflamatorio, algunas personas contrarrestan la disminución de la resiliencia inmunológica», dijo en un comunicado el coautor del estudio, Weijing He, científico principal de la Fundación para el Avance de la Investigación en la Salud de los Veteranos.
Los investigadores desarrollaron un conjunto único de medidas para cuantificar el nivel de resiliencia inmunitaria y descubrieron que las personas con niveles óptimos de resiliencia inmunitaria tenían más probabilidades de vivir más tiempo y resistir la infección al VIH Y la gripe, y el SIDA, y la recurrencia del cáncer de piel después de un trasplante de riñón, además de la supervivencia. COVID-19 que eso Septicemia.
La resiliencia inmune se midió de dos maneras principales.
Primero, por el equilibrio entre las células T CD8+ y CD4+, que son tipos de glóbulos blancos responsables de combatir las infecciones. Este equilibrio se ha dividido en cuatro categorías, llamadas puntajes de salud inmunológica, y se ha medido en diferentes grupos de infección y en diferentes grupos de edad.
A continuación, los investigadores midieron los niveles de expresión de genes asociados con la capacidad inmunitaria y la inflamación, e identificaron marcadores de expresión génica asociados con una resiliencia inmunitaria óptima.
El estudio reveló que algunas personas logran mantener o recuperar una flexibilidad inmunitaria óptima, independientemente de la edad.
Esto significa que la capacidad para mantener una buena función inmunológica y reducir la inflamación durante la exposición a factores estresantes inflamatorios no está determinada únicamente por la edad.
Otro coautor del estudio, el investigador Muthu Saravanan Manoharan del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio, dice.
Por otro lado, “los participantes con una resiliencia inmunitaria óptima, definida por marcadores de expresión génica que significan alta eficiencia inmunitaria y menor inflamación, vivían más tiempo”, añade la investigadora.
Los resultados de este estudio son un paso adelante en la comprensión de la plasticidad inmune.
Al analizar el equilibrio entre la competencia inmunológica y la inflamación como un factor crítico para los resultados de salud, los investigadores creen que podrán desarrollar nuevas estrategias para la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares, el VIH/SIDA y el cáncer.
Este descubrimiento prometedor ofrece una perspectiva innovadora en el campo de la inmunología y podría tener implicaciones significativas para el desarrollo de terapias personalizadas y enfoques de atención médica más efectivos.
Un estudio publicado en abril reveló que las personas que viven más de 100 años tienen una El sistema inmunológico ‘único y altamente efectivo’.
Descubre 7 hábitos que fortalecen el sistema inmunológico:
La absorción adecuada y regular de las vitaminas y minerales que necesitamos es fundamental para el sistema inmunitario. Los estudios ya han demostrado que las deficiencias de zinc, selenio, hierro, cobre, ácido fólico y vitaminas B, así como las vitaminas A, C y E afectan las respuestas inmunitarias de los animales. Incluir alimentos vegetales integrales en su dieta es una forma natural de mantener fuerte su inmunidad.
Una rutina de actividad física es fundamental, además de la alimentación, para mantener el organismo activo y, por tanto, más capaz de luchar contra los agentes invasores.
Junto con la alimentación y el ejercicio, el sueño es el tercer pilar de una vida saludable. Mientras dormimos, el cuerpo regula una serie de funciones. Las personas con mala calidad de sueño tienden a tener más dificultades para recuperarse de ciertas enfermedades. Lo ideal, según los expertos, es entre siete y nueve horas de sueño por noche.
El exceso de alcohol puede liberar muchas cosas en nuestro cuerpo y disminuir nuestra inmunidad. Para quienes beben, los expertos recomiendan que el consumo sea esporádico y bajo
Las personas con altos niveles de estrés pueden enfermarse con más frecuencia. Un estudio publicado en 2014 en la revista científica Immunologic Research concluyó que «el estrés crónico puede amortiguar las respuestas inmunitarias protectoras y/o exacerbar las respuestas inmunitarias patológicas».
La inmunización es una forma efectiva de mantener activa la memoria inmunológica contra una variedad de enfermedades, como la influenza y el Covid-19. Las vacunas estimulan al cuerpo a producir anticuerpos y células de defensa que están listas para entrar en acción cuando ocurre una infección.
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