Alrededor de 60.000 muertes anuales en Brasil están relacionadas con el consumo de alimentos ultraprocesados, según investigaciones de instituciones como la USP, Fiocruz y Unifesp. De 2008 a 2017, el consumo de este tipo de alimentos en Brasil aumentó un 5,5%. Estos productos tienen un alto contenido de calorías vacías, normalmente carecen de nutrientes esenciales y están relacionados con una amplia gama de problemas de salud.
El estudio apunta a diversos problemas de salud relacionados con los alimentos ultraprocesados
Según una revisión de 45 trabajos científicos, publicada recientemente por el British Medical Journal, una amplia gama de problemas de salud están relacionados con el consumo de alimentos ultraprocesados. La investigación fue realizada por expertos de Australia, Francia, Irlanda y Estados Unidos. Los análisis siguieron a casi 10 millones de personas.
Entre los riesgos identificados destacan: aumento del riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular en un 50%; 53% mayor riesgo de sufrir trastornos mentales comunes y 48% mayor riesgo de ansiedad prevalente; Además, el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 aumenta un 12% por cada 10% de aumento en el consumo de alimentos ultraprocesados en la dieta.
Los alimentos ultraprocesados también están relacionados con el riesgo de adicción y complicaciones con el control de la alimentación, lo que puede conducir al desarrollo de atracones, según la nutricionista Genevieve Crouvenel.
Definición y ejemplos de alimentos ultraprocesados
Los alimentos ultraprocesados son alimentos que contienen una gran cantidad de ingredientes, suelen consistir en productos químicos, como colorantes y conservantes, y contienen grandes cantidades de grasas saturadas, azúcares y/o edulcorantes refinados, sodio y aditivos artificiales. Los ejemplos típicos incluyen refrescos, galletas tipo sándwich, salchichas, snacks y fideos instantáneos.
Como explica Dercio Mendes Pereira, director clínico de IonNutri, el producto final ultraprocesado tiende a ser delicado, sabroso, fácil de consumir y de bajo costo, lo que lo hace atractivo para el consumo diario.
Implicaciones para la salud pública
Los expertos identifican la frecuencia y cantidad de consumo de estos alimentos como los principales factores que contribuyen al riesgo de daños a la salud. El consumo excesivo de nutrientes nocivos como azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio -comunes en estos productos- puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas.
Ante los devastadores hallazgos, los expertos piden restricciones más estrictas a la publicidad de productos ultraprocesados, fomentar el consumo de alimentos naturales y frescos y realizar campañas de concientización, así como alentar el apoyo a la industria alimentaria en la producción de opciones más nutritivas. .
Reducir la frecuencia y la cantidad de estos alimentos en la dieta puede ayudar a mejorar la salud general y reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la dieta.
Según Carolina Caldas, dietista titulada y especialista en gastroenterología funcional, priorizar el consumo de alimentos naturales y mínimamente procesados puede aportar una amplia gama de nutrientes esenciales para una buena salud.
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