La situación aquí se está deteriorando. Los aviones bombardearon 130 sitios en la Franja de Gaza durante las últimas tres horas. El número de muertos y heridos, incluidos niños, está aumentando. Debemos quedarnos sin medicamentos y productos hospitalarios y sin capacidad para realizar operaciones en los hospitales debido al asedio impuesto.
Dice: «La salud nunca ha sido fácil porque hemos estado bajo un asedio israelí continuo durante 17 años, con ataques periódicos. Y ahora, todo está empeorando». Según ella, los civiles llegan heridos por el bombardeo, pero la estructura, que ya era inadecuada, quedará prácticamente paralizada.
La columna habló brevemente con un médico que solicitó el anonimato. Corría entre los pacientes que llegaban de entre los escombros al hospital. Cuando se le preguntó cuándo podría responder con más calma, dijo que, lamentablemente, una situación así no sucedería pronto.
El gobierno de Netanyahu también suspendió el suministro de energía a Gaza. Como resultado, afirma Hanin, lo único que queda es una planta de energía solar en funcionamiento, además de los generadores de combustible. «En este momento tenemos cuatro horas de electricidad al día. Esto dificulta la realización de cirugías, que son absolutamente necesarias en este momento».
Advierte de una catástrofe humanitaria si los puestos de control no se reabren parcialmente. Dice: «Pedimos a la comunidad internacional que presione a Israel para que abra las fronteras sólo para los medicamentos y el combustible necesarios para hacer funcionar los generadores. No tenemos existencias suficientes para una semana. Las personas que puedan salvarse morirán».
También solicita donaciones de estos productos para asegurar la continuidad de la ayuda humanitaria.
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