Dos nuevas cepas de la variante omicron del coronavirus se identificaron por primera vez en Brasil. Las dos razas, ya conocidas en el resto del mundo, fueron encontradas en muestras de la capital e interior del estado de São Paulo.
Las dos isoformas del virus se identificaron utilizando la Red de Alerta de Variantes Sars-CoV-2, coordinada por el Instituto Butantan de São Paulo, y vinculada a la Secretaría de Estado de Ciencia, Investigación y Desarrollo en Salud. La primera variante, conocida como XBB.1, se origina de la recombinación de otras dos sublíneas, BA.2.10.1 y BA.2.75, y se considera un ‘primo’ de BQ.1, que se identificó recientemente en Brasil.
Debido a que proviene de dos cepas de Omicron que tenían una alta frecuencia en algunos países europeos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica la cepa como una variante bajo vigilancia (VUM). Se encontró a partir de una muestra del virus de São Paulo. A la fecha ya se han registrado 2.025 muestras de esta subvariante en la plataforma Gisaid, que actúa como banco de secuencias genéticas del virus.
Otra variante identificada es CK.2.1.1, a partir de una muestra de la ciudad de Ribeirao Preto (a unos 300 km de la capital). Según el Instituto Butantan, las muestras que contenían las subvariantes fueron recolectadas entre las semanas del 16 de octubre y el 5 de noviembre por los laboratorios que integran la red de monitoreo. CK.2.1.1 ya se ha identificado en 342 muestras de Alemania, Dinamarca, España, Estados Unidos y Austria, pero esta es la primera vez que se detecta en Brasil.
El sábado pasado (12), Fiocruz Amazônia anunció la identificación de su nueva variante Amazonas, BE.9. Se originó en la sublínea omicron BA.5.3.2 y fue responsable del reciente aumento de casos en el estado de septiembre a octubre. BE.9 es una cepa «hermana» de BQ.1. Otra variante menor, BQ.1.1, ha sido identificada en el país, particularmente en el estado de SP.
Por lo general, estas subvariantes contienen mutaciones en la región de unión al receptor celular y en la proteína espiga (el gancho molecular que usa el coronavirus para ingresar al huésped), que pueden estar relacionadas con un mayor escape inmunitario.
Un paciente infectado con BQ.1 murió en São Paulo el lunes (7). Tenía comorbilidades y estaba postrada en cama, según una nota del departamento de salud del estado. Hasta ahora, se necesitan más pruebas para ver qué tipo de escape tienen estas subvariantes de la vacuna, incluidas las formas bivalentes, y si son más agresivas. (Anna Potalo/Folhabers)
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