Después de confirmar que cerraría la planta de São José dos Campos entre el 12 y el 23 de junio, GM anunció que también cortaría el trabajo en la planta de Gravataí, en Rio Grande do Sul, por 10 días.
El cierre temporal afectará directamente la producción del Chevrolet Onix, uno de los autos más vendidos en Brasil, tanto en las categorías hatchback como sedán, con el Onix Plus.
Según el sindicato de metalúrgicos locales, y también en el caso de São José dos Campos, la justificación dada por el fabricante de automóviles para la interrupción temporal fue la baja demanda del mercado de automóviles nuevos.
Las razones atribuidas a la disminución de las bajadas son la tasa de interés, que sigue alta en el país, principalmente la expectativa de precios más bajos de los autos, debido al paquete de estímulo del gobierno para el regreso del auto popular.
Los dueños de las tiendas también están sintiendo los efectos.
Esperar a que bajen los precios de los autos nuevos no solo causa problemas a los fabricantes de automóviles. Algunos comerciantes comenzaron a recibir cancelaciones de reservas poco después del anuncio del Vicepresidente y Ministro de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, Geraldo Alcmene (PSB-SP).
Los recortes de impuestos prometidos y los posteriores recortes de precios para los modelos de automóviles de hasta R$ 120.000 generaron ansiedad en los clientes y miedo de perder dinero, muchos optaron por retirarse del negocio en tiendas y concesionarios.
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