La avena es una opción nutritiva y versátil para el desayuno o una cena ligera.
Esta receta tradicional heredada de nuestras abuelas utiliza agua en lugar de leche, por lo que es perfecta para quienes buscan una opción sin lactosa.
El secreto de las gachas cremosas es rehidratar la avena unas horas antes de su preparación.
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En esta receta, los plátanos aportan sabor y potasio, lo cual es importante para el buen funcionamiento de los músculos.
La vainilla aporta un toque aromático especial.
Para darle un toque especial e incluso más beneficios, agrega aderezos como canela para quemar grasa, fruta fresca, nueces o miel.
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2 cucharadas de salvado de avena
1 taza de agua 1 plátano plateado 1 cucharadita de extracto de vainilla
1 cucharadita de canela en polvo
A fuego lento, mezcle la avena y el agua. Revuelve constantemente hasta que espese (unos 15 minutos).
Apagar el fuego y agregar vainilla.
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Tritura el plátano y mézclalo con la papilla. Espolvorea con canela y sirve caliente.
Disfruta de un rico y delicioso desayuno
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