A medida que el pan se descompone o digiere, libera no sólo azúcar, sino también otros nutrientes con funciones importantes: calcio, fósforo, magnesio, zinc, sodio, potasio, fibra dietética y vitaminas B.
Los nutrientes del pan son esenciales para los huesos, la salud mental, el crecimiento, la inmunidad, la saciedad, la liberación de energía y la salud cardiovascular. Dra. Paula Machado, Directora de Salud y Comunicaciones del CREF4/SP (Consejo Regional de Educación Física para la Región IV)
Entonces, en lugar de pensar que el pan sólo aporta azúcar, considera que aportará carbohidratos, que se convierten en el cuerpo en glucosa, que puede usarse inmediatamente como energía o almacenarse en el hígado y los músculos para su uso posterior.
Advertencia es por consumo excesivo.
Los carbohidratos aumentan el índice glucémico, que es la rapidez con la que el cuerpo absorbe el azúcar. A largo plazo, la ingesta persistente y excesiva de estos nutrientes puede contribuir a la resistencia a la insulina y al desarrollo de diabetes tipo 2.
Según Verónica Laino, el secreto para que la repostería no interfiera en la pérdida de peso es consumir el alimento de forma equilibrada, junto con otros alimentos saludables, para formar una comida completa.
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