Una solicitud para dos personas.
A pesar de numerosos obstáculos institucionales y electorales, González -un exdiplomático de 74 años sin experiencia política- lidera las encuestas de opinión contra Nicolás Maduro, presidente desde 2013.
Mucho se debe al papel de María Corina Machado.
“Lo que estamos viendo es una campaña de 2 x 1”, explica a BBC Mundo la politóloga Carmen Beatriz Fernández. “Funciona como un tándem biplaza, con María Corina sujetando el manubrio y Edmundo pedaleando, pero ella es quien impulsa el proceso, y lo ha sido desde el año pasado, cuando ganó las primarias de manera aplastante”.
Machado ganó las elecciones internas organizadas por el Programa Unionista Democrático el 22 de octubre de 2023, con el 93% de los votos. Sin llevar la bandera de los partidos tradicionales, el partido se convirtió en la nueva cara del bloque de oposición y revivió un grupo que había perdido fuerza en los últimos años.
“Después de 2021, la sociedad se volvió apolítica, porque la gente interpretó que el gobierno de Juan Guaidó (la oposición interina) no cumplió lo prometido”, dice el analista político Oswaldo Ramírez.
Como resultado, desapareció una fuerte oposición. Ha caído a niveles críticos. Con las primarias, Machado se posicionó como líder de la oposición y logró algo más: repolitizar el país.
En el momento de las primarias, Machado ya había sido inhabilitado para postularse a cargos electos durante 15 años por su presunta participación en corrupción durante el llamado gobierno interino de Guaidó.
El acuerdo firmado entre la Plataforma Unionista y el partido gobernante en Barbados, una semana antes de las elecciones internas, abrió la posibilidad de permitir la participación de «todos los candidatos y partidos políticos» en la carrera.
Pero ni siquiera las condiciones impuestas por Estados Unidos para levantar las sanciones al petróleo, el oro y el gas venezolanos cambiaron la decisión.
Machado, de 56 años, fue descalificado de las elecciones. Pero no lo que prefieren los votantes.
“En el pasado quien lideraba el voto opositor era Leopoldo López. Cuando estuvo deshabilitado, tuvimos que buscar otras opciones. No con María Corinna. “A nadie le interesaba excluirla, porque explotaba el descontento contra la oposición tradicional”, le dijo a BBC Mundo Eugenio Martínez, periodista especializado en cubrir temas electorales.
Ante la imposibilidad de registrar su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral, el nombre de Corina Llores surgió como una alternativa para representar a Machado.
Pero la académica de 80 años tampoco pudo formalizar su candidatura debido a un supuesto fallo en el sitio web del Colegio Electoral. Fue entonces cuando surgió la opción de postular a González Urrutia como candidato.
En una entrevista reciente, Machado destacó la dureza y capacidad de trabajo de González. «Pudimos formar un equipo. Algunos intentaron dividirnos pero permaneceremos juntos hasta el final».
Desde entonces, los dos han participado en campañas, viajes, conferencias y entrevistas. Para muchos opositores al régimen, que quieren un cambio, un voto por González significa un voto por Machado.
Enfrentamiento pasado
María Corina Machado comenzó su carrera política hace 22 años al frente de la ONG Sumati, que aboga por la transparencia electoral y la participación ciudadana.
Su papel fue crucial para obtener más de cuatro millones de firmas, allanando el camino para el referéndum de 2004 contra el presidente Hugo Chávez.
Desde entonces, el gobierno asignó a María Corina el papel antagónico.
Este enfrentamiento fue el momento cumbre. Uno de ellos fue cuando fue fotografiada en 2005 en el Despacho Oval de la Casa Blanca junto al presidente estadounidense George W. Bush, enemigo declarado del chavismo.
Otro hecho memorable ocurrió en enero de 2012, durante el discurso anual de Chávez ante la Asamblea Nacional.
El diputado Machado interrumpió el discurso del presidente y repitió delante de todos la famosa frase: «La confiscación es un robo».
Pero sus discursos incendiarios y sus posiciones extremistas no siempre le granjearon seguidores en la oposición. Fue excluido de las decisiones de la propia dirección.
La evidencia más clara de rechazo fue durante las primeras primarias organizadas por la Mesa de la Unidad Democrática en 2012, cuando obtuvo sólo el 3,81% de los votos frente a Henrique Capriles, que obtuvo el 64,33%.
Pero Machado no se rindió. En febrero de 2014 convocó una ola de protestas conocida como «la huelga», junto con otros líderes, para exigir el restablecimiento del sistema democrático. Las manifestaciones continuaron hasta junio, dejando más de 43 muertos y unos 1.900 detenidos.
El chavismo la describió como una de las caras de lo que el régimen llamó la «extrema y violenta derecha».
Incluso entonces, Machado era partidario de la abstención porque no creía que hubiera condiciones electorales justas.
“Esta narrativa de confrontación constante por parte de María Corinna nos ha llevado a la polarización”, dice Gabriela Santander, activista política. Para ella la vía electoral no existía. Su actitud me pareció muy arrogante. Actuó instintivamente. Por eso, cuando ganó las primarias, me asusté. Me dije: Esta mujer nos llevará al abismo.
El gobierno también creía que se enfrentaba a la misma contendiente, María Corina, dice Carmen Beatriz Fernández. Pero le mostró el otro lado.
“El oficialismo pensó que al cortar a María Corinna saldría a la calle y convocaría a sus seguidores, pero no lo leyeron correctamente, no pensaron en su capacidad de entrega ni en la amplitud de su visión. No pensé que aprendería de sus errores”, añade.
La actual María Corina Machado ha demostrado que es más estratégica. Analistas señalan que cambió su discurso político, unió fuerzas y pidió apoyo político en las urnas, pese a no ser candidata y con el sistema electoral más restrictivo.
En los últimos meses, el gobierno ha impuesto restricciones a los votantes en el extranjero, restringido las invitaciones a observadores de la Unión Europea y exigido a los testigos en los colegios electorales que se registren en el mismo colegio electoral donde desempeñan sus funciones.
Machado expresó su negativa pero se mantuvo firme para que la oposición continuara la disputa.
“María Corinna tuvo que recalcular e incluso romper su propio estándar moral. Aceptó manipular las reglas impuestas para allanar el camino al cambio”, dice Oswaldo Ramírez.
¿O un país huérfano?
Los vídeos publicados por María Corina durante la campaña electoral demuestran que estamos ante un panorama completamente diferente al de hace unos años.
En la valoración de Carmen Beatriz Fernández, Machado parece más cercano, más comprensivo y solidario. Como si fuera una madre protectora, valiente, valiente, que supo conectar -emocional y espiritualmente- con un país huérfano.
“Maria Corinna le habla a un país desierto y huérfano”, afirma Fernández.
“Esta campaña tiene un componente emocional importante debido al fenómeno de la migración que ha dejado a muchos en un sufrimiento constante. Agrega: “Madres que quieren recuperar a sus hijos, niños que quieren volver a ver a sus padres… y María Corinna conecta. con ellos porque ella experimentó esto con sus hijos”.
Así, su liderazgo -en opinión de Oswaldo Ramírez- encarna el arquetipo de la madre que protege, que calma el llanto y levanta.
“Lo que Maria Corinna genera en las personas va más allá de toda racionalidad”, afirma. “No veía esta energía desde 1997/98, con la diferencia de que, en ese momento, las emociones estaban ligadas a la ira”, recuerda, en referencia al proceso que llevó a Chávez al poder.
«Edmundo para todos»
De cara a las elecciones del 28 de julio, el mayor desafío de Machado es lograr el traslado de votos a Edmundo González Urrutia en las urnas y lograr una votación significativa para la Mesa de la Unidad Democrática.
Hasta el momento, según Carmen Beatriz Fernández, ha podido comprobar que un personaje hasta hace poco desconocido como Edmundo González tiene ahora un nivel de conocimientos de hasta el 95% en un país con importantes restricciones en las comunicaciones.
El lema «Edmundo para Todos» se ha extendido por todo el país para trasladar la decisión de los electores de un candidato a otro. Algunos votantes lo tienen claro.
“Mi voto es por Edmundo, por su lealtad y sentimiento hacia María Corina”, dice Martín Peña, un trabajador social que vive en Caracas. «Aceptamos sus reglas porque confiamos en ellas».
De obtener la mayoría de votos y el reconocimiento del Colegio Electoral, González asumirá la presidencia para iniciar lo que todos esperan será un período de transición.
“Edmundo ha sido franco sobre su papel con un mensaje simple pero muy poderoso: ‘Ofrezco una transición pacífica en paz’. “Esto es lo que dice un diplomático profesional que sabe tender puentes”, dice Fernández.
Machado jugará un papel integral en este proceso, según el propio González.
Fue la líder que recibió más votos en las primarias. Tiene un importante atractivo popular, por lo que no veo ninguna oposición a que ocupe un puesto apropiado dentro del gobierno”.
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