El estudio dice que el sueño adecuado puede aumentar la esperanza de vida hasta en 5 años

Un nuevo estudio estadounidense sugiere que la adopción de cinco buenos hábitos de sueño puede agregar casi cinco años a la esperanza de vida de un hombre y casi 2,5 años a la vida de una mujer. Dormir de siete a ocho horas diarias, conciliar el sueño con facilidad, permanecer dormido, levantarse y descansar, dejar los somníferos son los cinco hábitos saludables mencionados.

En una declaración, el coautor del estudio, Frank Kian, miembro clínico en medicina de la Facultad de Medicina de Harvard y médico residente de medicina interna en el Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston, EE. UU., defendió los hallazgos. «Si las personas tenían todos estos comportamientos de sueño óptimos, era más probable que vivieran más tiempo», dijo.

El estudio, presentado el jueves en la reunión anual del Colegio Estadounidense de Cardiología, analizó datos de casi 172,000 personas. Completaron cuestionarios de sueño entre 2013 y 2018 como parte de la Encuesta Nacional de Salud, que realiza anualmente el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de EE. UU.

«Si podemos mejorar el sueño en general, y la identificación de los trastornos del sueño es particularmente importante, quizás podamos prevenir algunas de estas muertes prematuras», añadió Qian.

Durante el estudio, a cada uno de los cinco hábitos saludables de sueño se le asignó un número y se calificó a las personas en función de cuántos de los cinco hábitos tenían. Unos cuatro años más tarde, los investigadores compararon estos puntajes con los registros del Índice Nacional de Muerte para ver si sus comportamientos de sueño contribuyeron a la muerte prematura por enfermedades específicas. También se consideraron otras causas potenciales de mayor riesgo de muerte, como el consumo de alcohol, el bajo nivel socioeconómico y las condiciones médicas existentes.

La conclusión fue que los hombres que seguían todos los hábitos de sueño saludables tenían una esperanza de vida de 4,7 años más que las personas que no tenían ninguno de los cinco hábitos de sueño o solo uno. El efecto fue menor para las mujeres, ya que las que siguieron los cinco hábitos de sueño tenían una esperanza de vida promedio de 2,4 años más en comparación con las que no siguieron uno o solo uno.

«Incluso a una edad temprana, si las personas pueden desarrollar buenos hábitos de sueño durmiendo lo suficiente, asegurándose de dormir sin muchas distracciones y teniendo una buena higiene general del sueño, esto puede beneficiar enormemente su salud a largo plazo», concluye. Qian.