El hierro actúa como capa protectora. Esto mantiene los bordes dentados de los dientes afilados y listos para usar en cualquier momento. Depredadores mortales, estos animales comen cualquier tipo de carne, desde pequeños reptiles y aves hasta caballos. Para ello, cuentan con dientes curvos similares a los que se encuentran en los dinosaurios carnívoros.
Para uno de los autores del estudio, Aaron LeBlanc, la investigación podría proporcionar más información sobre la composición de los dientes humanos. «Si queremos entender por qué nuestros dientes tienen el aspecto que tienen o por qué no pueden ser reemplazados, es importante retroceder y observar diferentes especies de animales y tratar de comprender cómo han cambiado los dientes durante el último millón de años». Explicó en un video institucional de la universidad.
En el futuro, esto podría utilizarse para ayudar a desarrollar materiales más resistentes a los ácidos para mitigar el desgaste de los dientes.
Aaron LeBlanc
Para comprender la composición química de los dientes del dragón de Komodo, los científicos buscaron en los museos los cráneos y los dientes de los animales. Analizaron los dientes de Ganas, un dragón de Komodo que vivía en el Zoológico de Londres.
Relación con los dinosaurios
El objetivo de los investigadores era comprender los hábitos alimentarios de los dinosaurios carnívoros y si utilizaban sus dientes del mismo modo que los dragones de Komodo. Sin embargo, todavía no es posible controlar los niveles de hierro en estos animales ahora extintos. Los científicos creen que los cambios químicos que ocurren durante la fosilización cambian la concentración de la sustancia.
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