Cuba continúa combatiendo incendios masivos de tanques de petróleo | Globalismo

En la madrugada del lunes (8), las imágenes de las redes sociales mostraron explosiones. Según reportes de la prensa local, la Defensa Civil confirma el derrumbe del segundo tanque en llamas, lo que podría provocar explosiones.

Familiares de los desaparecidos se reunieron este domingo con el presidente Miguel Díaz-Canel en un hotel de la ciudad de Matanzas. El accidente tuvo lugar en la base de Supertanqueros, en el cinturón industrial del municipio, de 144.000 habitantes, ubicado a 105 kilómetros de la capital, La Habana.

De los 122 heridos reportados inicialmente, 24 continúan hospitalizados, cinco de los cuales se encuentran en estado crítico, según el personal médico.

El cuerpo del bombero Juan Carlos Santana, de 60 años, fue sepultado este sábado, con honores, en su ciudad natal de Rodas, en la vecina provincia de Cienfuegos.

El incendio se desató el viernes por la tarde cuando un rayo cayó sobre uno de los tanques del depósito, que contenía 26.000 metros cúbicos de petróleo doméstico, cerca del 50% de su capacidad máxima.

Este embalse, a través de un gasoducto, alimenta la Central Térmica Antonio Guitras, que estuvo fuera de servicio el pasado 24 de mayo durante unos días, cuando otro rayo dañó su estructura.

Por la noche, el fuego se propagó a un segundo tanque, por lo que explotó con 52 mil metros cúbicos de fuel oil.

Las autoridades coordinaron el trabajo del domingo con los brigadistas mexicanos y venezolanos que llegaron el sábado por la noche para ayudar a apagar el fuego.

Cuatro aviones mexicanos y un avión venezolano aterrizaron en el aeropuerto del popular balneario de Varadero, a unos 40 kilómetros al norte de Matanzas, con asistencia material y técnica.

La enorme columna de humo que se extendía hasta La Habana parecía más estrecha el domingo y la contaminación del aire se disipó.

Voluntarios de la Cruz Roja local esperaban en un punto de socorro a unos 150 metros de la base del tanque, y los camiones de bomberos se desplazaban constantemente hacia la zona del incendio.