Los estadounidenses exigieron una referencia a las demandas que exigen la liberación de los rehenes en poder de Hamás, además de una condena clara de las acciones del movimiento palestino.
Durante el fin de semana, la administración Biden tuvo cuidado de decir que solo apoyaría una resolución que vincule un alto el fuego con la liberación de rehenes. Pero los gobiernos extranjeros advirtieron que, a la luz de esta demanda, lo que se podría ver equivaldría a secuestrar el progreso en cualquiera de las áreas que dependen del progreso en otras áreas. Básicamente, todo lo que pueda amenazar con ser prohibido.
En las negociaciones, otros miembros del Consejo insistieron en que el alto el fuego y la liberación de los rehenes eran importantes y debían mencionarse. Pero sin condiciones.
El domingo por la noche (24), el gobierno de Biden presentó otra condición. La Casa Blanca pidió reemplazar la frase «alto el fuego permanente» por la frase «alto el fuego permanente». En caso contrario, podrán vetar la resolución.
Los rusos intentaron impedir el cambio y propusieron una enmienda para restablecer el término «permanente». Moscú afirmó que el cambio debilitaría el texto y que Israel podría volver a atacar en cualquier momento. Pero la iniciativa no fue aceptada y el texto se mantuvo en idioma americano.
El gobierno de Biden explica su abstención en la votación y dice que el acuerdo está “cercano”
Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos, afirmó que no votó a favor de la resolución porque no había una condena explícita a Hamás. Según ella, las negociaciones están “cercas de un acuerdo”. Dijo: «El alto el fuego se podría haber logrado hace meses si Hamás hubiera liberado a los rehenes».
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