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Muchos de nosotros hemos escuchado la advertencia de no poner nada más pequeño que el codo en el oído, y la aterradora historia de alguien que se rompe el tímpano con un hisopo de algodón es común. Aunque las lesiones por perforación del tímpano se consideran «bastante poco comunes», pueden ser graves, advierte Seth Schwartz, MD, otorrinolaringólogo del Virginia Mason Franciscan Health Center en Seattle. Cuando ocurren, a menudo se trata de hisopos de algodón.
Por eso es importante dejar de usar hisopos de algodón en los oídos y saber de qué otra manera puedes limpiarlos de forma segura y eficaz.
En primer lugar, es importante comprender que el cerumen no es un enemigo contra el que hay que luchar, explica Alexandra Quimby, especialista en oído, nariz y garganta del Upstate University Hospital de Nueva York. Esta sustancia, compuesta por secreciones cutáneas grasas, sudor y células muertas de la piel, protege el sensible oído interno atrapando partículas irritantes como suciedad, polvo, bacterias y hongos, además de regular la humedad.
El cerumen también ayuda a eliminar las células muertas de la piel del oído interno. Durante actividades como bañarse o masticar, el cerumen transporta estas células al oído externo, donde finalmente se eliminan.
Si intentas eliminar el cerumen con un hisopo de algodón, corres el riesgo de irritar la piel sensible del oído interno, dice la Dra. Hye-ok Anna Kim, médica especializada en trastornos del oído interno en el Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York. . Las fibras de los hisopos de algodón, aunque parecen suaves, en realidad son abrasivas y pueden estimular la producción de más cerumen, lo que aumenta el riesgo de obstrucción del canal auditivo.
Los hisopos de algodón también pueden empujar el cerumen más profundamente hacia el canal auditivo, creando una acumulación que puede causar picazón, dolor, sensación de plenitud o incluso pérdida de audición.
Se estima que el 5% de los adultos en los Estados Unidos experimentan acumulación o impactación de cerumen cada año, y es más común en adultos mayores o personas que usan audífonos. Las personas con afecciones de la piel como eccema o psoriasis, así como aquellas con canales auditivos pequeños o de formas diferentes, también pueden correr un mayor riesgo de sufrir una obstrucción.
Si sospecha que hay una obstrucción, es importante consultar a un médico que pueda eliminarla de forma segura.
Existen otras formas seguras de limpiarse los oídos:
- Utilice una toalla húmeda para limpiar el oído externo sin introducir nada en el canal auditivo.
- Pruebe gotas para los oídos de venta libre para ablandar la cera y facilitar su eliminación.
- Evite el uso de herramientas domésticas o compradas en tiendas para quitar la cera, ya que pueden ser peligrosas.
- Si opta por utilizar bastoncillos de algodón, úselos de forma responsable y no los inserte en el canal auditivo. Si experimenta dolor, picazón o sensación de obstrucción en los oídos, consulte a un médico para una evaluación y tratamiento adecuados.
Con información de Folha de San Paulo.
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