Según el INCA (Instituto Nacional del Cáncer), la incidencia es mayor en hombres, después de la cuarta década de la vida, y el principal factor de riesgo es el consumo crónico de tabaco y alcohol.
Según la otorrinolaringóloga Lucienne Stephen, directora del servicio de residencia médica del Servicio de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello del Hospital São Lucas (PUC-RS), normalmente el tumor comienza con una herida que sangra y no cicatriza: el paciente cree que tiene un grano o un punto negro.
“Todos estos síntomas que duran más de 15 días deben ser examinados por un médico, especialmente las heridas que sangran y no cicatrizan, esto puede ser un signo de cáncer”, explica el médico que operó a Ricuperto en 2018.
Otros síntomas incluyen: hinchazón en el cuello, dolor de garganta que no desaparece, dificultad para tragar y cambio o ronquera en la voz. En la nariz puede producirse sangrado, dolor intenso y obstrucción nasal.
Sin embargo, según Stephen, el caso de Ricuperto es más extremo. En ocasiones un paciente puede someterse a varias cirugías en la zona nasal sin una extirpación completa, pero esto depende de un diagnóstico rápido.
Llegó en un estado más grave que requirió extirpación total, por lo que fue remitido al servicio de prótesis. Hoy se ha recuperado sin que el tumor haya regresado y está sujeto a seguimiento médico. Lucien Stephen, otorrinolaringólogo y cirujano
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