La guerra de Ucrania acelera la transición de poder en Europa hacia el Este

BRUSELAS – En agosto, en Praga, el Canciller de Alemania, Olaf Schulz, explícitamente, «Europa central se está moviendo hacia el este». La invasión rusa fue igualmente un golpe para el orden establecido que prevalecía en el continente. La Unión Europea Como para OTAN. Confirmó e incrementó la influencia de los países de Europa Central y Oriental.

la Polonia Los estados bálticos lideraron el argumento moral en apoyo de Ucrania llenando el semi-vacío al comienzo de la guerra, cuando los líderes tradicionales de Europa, Francia Y AlemaniaParecía paralizado. Pero la guerra también trajo nueva urgencia y vitalidad a la expansión de la UE en los Balcanes Occidentales y más allá, con ofertas para postularse para Ucrania y Moldavia.

La rápida presión de Europa central y oriental fue decisiva en las decisiones de esta semana, después de meses de indecisión y resistencia sobre el suministro de tanques occidentales a Ucrania. Miércoles, Schulz anunció que su país enviaría más tanques Leopard 2 Y otros países podrán enviar países que tengan, El presidente Joe Biden ha declarado que enviará los tanques estadounidenses AbramsEso le dio a Schultz la cobertura política que quería.

La guerra también está acelerando algo a lo que aludió Schultz: el equilibrio de poder dentro de Europa también se está alejando, junto con su núcleo, de la «Vieja Europa» que valoraba y cultivaba sus relaciones con Europa. Moscúy llegando a nuevos miembros del este y del norte, con sus nuevos recuerdos crudos de la ocupación soviética y su reticencia a ceder partes de su soberanía restablecida a Bruselas.

“Schultz tiene razón”, dijo Timothy Garton Ash, historiador europeo del St Anthony’s College de Oxford. “Las voces de Europa Central y del Este se escuchan más y se toman más en serio en los consejos de Europa, y hay una agenda para una expansión significativa en el Este sobre la mesa”.

Con una gran guerra dentro de sus fronteras, el Europa Dijo que en estos días se trata más del poder duro que nunca. «Así que tener una Europa Central y del Este que se tome la seguridad muy en serio tiene un impacto».

Polonia tiene un ejército en rápida expansión (el gobierno polaco dijo el año pasado que planea duplicar el tamaño del cuerpo militar del país) y ha pedido una gran cantidad de armas nuevas, lo que lo convierte en un jugador importante tanto en la Unión Europea como en los Estados Unidos. OTAN.

El gobierno polaco fue uno de los principales cabilderos que intentaron disipar la renuencia de Berlín a enviar tanques alemanes a Ucrania y permitir que otros países hicieran lo mismo..

“El poder se ha movido hacia el este, y Ucrania reforzará esta tendencia”, dijo Jana Puglierin, directora del Consejo Europeo de Relaciones Internacionales con sede en Berlín. Es posible ir más allá de las fronteras de la guerra en Ucrania, dijo, «pero vemos un patrón claro en el liderazgo moral».

Buglerin subrayó que los países de Europa Central y del Este se ven a sí mismos como «luchadores por la libertad en la Unión Europea y por defender sus valores, levantándose contra la dictadura». Se sienten reivindicados en sus advertencias anteriores sobre el neoimperialismo de Hizb. Rusiapor su jefe, el presidente ruso vladimir putinLa dependencia de Europa de la energía rusa, en contraste con lo que ven como la ingenuidad de Europa occidental en la diplomacia y el comercio con Rusia.

Estos países actuaron desde el principio para brindar ayuda militar a Ucrania y recibir refugiados, y ayudaron a dar forma a la historia de Europa, mientras que «había tal vacío en Berlín y París también, que negoció con Putin hasta el final y se sorprendió por la invasión», dijo Puglierin. «Los países del este se movieron rápidamente y con mucha mayor honestidad, y nos quedamos atónitos y congelados».

Alemania y Francia también tuvieron que afrontar el fracaso de sus tradicionales políticas de seguridad hacia Rusia. presidente francés, emmanuel macroncon la esperanza de integrar cualquier futura conversación de paz entre Rusia y Ucrania, hasta el punto de dar garantías de seguridad a Rusia, lo que enfureció a muchos en toda Europa, no solo en el este.

La guerra también ha disminuido la aspiración de Macron de una defensa europea «independiente», dada la gran expansión del papel de la OTAN y Estados Unidos durante el año pasado.

«Los países del este no son grandes fanáticos de la defensa europea, quieren a Estados Unidos y la OTAN», dijo Puglierin. Alemania también quiere una relación transatlántica mejorada y confía en Washington incluso cuando intenta reconstruir sus míseras fuerzas armadas. Entonces Francia perderá algunos aliados y se encontrará en minoría.

Habiéndose debilitado dentro de Europa, al menos por el momento, Francia también tendrá menos influencia en una OTAN más activa y agresiva. La coalición se basa en las armas y el liderazgo estadounidenses más que antes de la guerra, y no al revés, y se espera que se amplíe pronto con nuevos miembros de Suecia Y Finlandia.

El nuevo gobierno alemán bajo Schultz no estaba listo para la guerra, y mucho menos para un corte repentino en el poder de Rusia y el comercio con los rusos. Con una creciente preocupación por una dependencia similar de China, Alemania enfrenta la necesidad de reformar su economía orientada a la exportación, que se basa en el gas natural barato de Rusia y el comercio desenfrenado con Rusia. Porcelana.

A largo plazo, «la perspectiva de una Europa más grande y más oriental sería un gran activo para la economía alemana», dijo Garton Ash, y Ucrania representa un enorme potencial para el desarrollo.

Pero Francia y Alemania están, al menos por ahora, en desacuerdo en Europa en el futuro previsible. El historiador Luke van Midlar, experto en asuntos de la Unión Europea, señala que desde el inicio de la guerra, Polonia y Hungría Bruselas lo manejó con más amabilidad con respecto a las quejas europeas sobre las condiciones del estado de derecho de los países. «Política y moralmente, Polonia se está saliendo con la suya debido al papel que desempeña como país de primera línea, transportando armas y recibiendo refugiados», dijo.

Dijo Wojciech Przybylski del instituto de investigación Res Publica con sede en Varsovia: «La nueva importancia de Polonia para la OTAN también la hace más importante» para la Unión Europea. «El volumen de compras de nuevos equipos y actualizaciones de los sistemas de defensa hace de Polonia un país con el que hablar cuando se habla de garantías de seguridad y paz».

Dijo que CEE «muestra mucha arrogancia, incluso si el núcleo todavía está en manos de los grandes jugadores». Agregó que la guerra «confirmó el hecho de que Europa ya no puede ser gobernada desde París y Berlín».

Hans Kondnani de la ONG Chatham House, quien ha escrito extensamente sobre Alemania y la Unión Europea, nota un cambio psicológico en Europa. «Los polacos y centroeuropeos se sienten más confiados, y los franceses y alemanes están a la defensiva», dijo.

No hay duda de que los países de Europa Central y del Este, políticamente e incluso en términos de valores culturales, están «empujando a Europa hacia la derecha», dijo Kundnani. En el contexto de Ucrania, hay un resurgimiento del neoconservadurismo. El peligro es que divida a Europa en lugar de unirla.

Pero dijo que la fortaleza de Bruselas depende de las dimensiones económicas y demográficas, por lo que el centro de gravedad de Europa sigue estando en Occidente. A pesar de la reciente afirmación de los países del este, dijo: «No estoy convencido de que la confianza y la moral sean suficientes para lograr mucho en Bruselas».

Van Midlaer y Kundani distinguen entre la influencia retórica capaz de moldear la opinión pública, incluidos «discursos enérgicos e informativos de ministros del Báltico o Polonia», y cambios estructurales. «Muchas cosas en la Unión Europea no tienen nada que ver con Rusia en la guerra o la defensa. El equilibrio de poder no ha cambiado mucho en estos asuntos. Francia y Alemania siguen siendo centrales en estas discusiones económicas».

Pero incluso allí, la fuerza de la «pareja» franco-alemana se ha ido desvaneciendo desde hace algún tiempo. Van Midlaer comparó la guerra de Ucrania con otro choque tectónico en Europa: la caída del Muro de Berlín y la reunificación alemana.

Los líderes de Francia y Alemania en ese momento, François Mitterrand y Helmut Kohl, habían acalorado sus disputas sobre la reunificación, pero habían estado trabajando en estrecha colaboración durante años. Cuando Rusia invadió Ucrania, Scholz, que asumió el cargo hace menos de tres meses, y Macron apenas se conocían.

«No había una relación laboral o intimidad profesional, que se requiere en tiempos como estos», dijo Van Midlaer, por lo que había «muchas dudas internas» y «una inquietud subyacente sobre cómo lidiar con este nuevo continente de Rusia». El enemigo y Alemania deben repensar su modelo económico y político”. Esto ha creado un vacío de liderazgo que los países de Europa Central y del Este están tratando de llenar agresivamente. / Traducción de Guilherme Rousseau