Investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) han revelado recientemente la existencia de dos planetas, ubicados en un sistema planetario vecino, que tienen altas posibilidades de ser habitables. Está a solo 16 años luz de la Tierra, «cerca» en términos astronómicos.
Tan corta como esta es la distancia para las referencias espaciales actuales, no hay predicción de cuándo podremos hacer una. viaje corto En ese momento, más de 150 billones de km.
Los estudios aún están en pañales y no se puede decir, en este momento, si los planetas GJ 1002b y GJ 1002c podrán albergar humanos o si ya tienen alguna otra forma de vida.
Sin embargo, los científicos llegaron a la conclusión de que es probable que los dos planetas sean habitables, luego de verificar que su distancia a la estrella principal de su sistema es similar a la distancia de la Tierra al sol. Esta área es conocida como la «zona habitable».
Los dos planetas orbitan GJ 1002, una estrella enana roja, una clase con una masa entre 0,1 y 0,7 de nuestro Sol y también con una temperatura baja, entre 3000°C y 4000°C, correspondiente a la categoría de una enana amarilla. , con una temperatura cercana a los 5500°C.
Estos factores hacen que las zonas de habitabilidad de los dos planetas descubiertos se encuentren cerca de la estrella, según una de las investigadoras del IAC, Vera María Passegger. El planeta GJ 1002b, por ejemplo, tarda unos diez días en orbitar la estrella, mientras que GJ1002 necesita poco más de 21 días.
En la práctica, cuando se utiliza el término «zona habitable», los investigadores quieren decir que dadas las condiciones -ni demasiado calientes ni demasiado frías- existe una alta probabilidad de que, por ejemplo, exista agua líquida, que es uno de los ingredientes clave para la la existencia de las formas de vida que conocemos.
Sin embargo, el agua es sólo un factor. Hay otras cuestiones que deben evaluarse, como la atmósfera y la presencia de gases como el oxígeno y el hidrógeno.
Investigadores que publicarán un estudio sobre los planetas en la revista astronomía 🇧🇷 Astrofísica También descubrieron que las masas de estos planetas son similares a las de la Tierra. La información es del sitio web estadounidense de ciencia y tecnología CNET.
“La naturaleza parece decidida a demostrar que los planetas similares a la Tierra son muy comunes. Con estos dos, ya conocemos siete en sistemas planetarios muy cercanos al Sol”, explica el investigador del IAC Alejandro Suárez Mascareño.
Vale la pena señalar que estar en una zona habitable no significa necesariamente que haya vida allí. Dos ejemplos de esto son nuestros vecinos Marte y Venus, que ocupan esta región en relación con el Sol, pero no pueden desbloquear la vida tal como la conocemos.
No lejos, no demasiado cerca
A pesar de las incógnitas que rodean a estos dos nuevos planetas, el descubrimiento representa un gran paso hacia el futuro de la humanidad. El sistema planetario en cuestión, llamado GJ, se encuentra a unos 16 años luz de la Tierra, lo que lo convertiría en nuestro vecino, en términos astronómicos, por supuesto.
Por corto que sea para las referencias espaciales actuales, no hay una predicción sobre cuándo podremos hacer la caminata allí: son más de 150 billones de kilómetros.
Todavía no es posible viajar, pero estudiar. Incluso con las técnicas científicas actuales, los investigadores pueden evaluar las atmósferas de estos dos exoplanetas desde una gran distancia; reciben su nombre porque se encuentran fuera de nuestro sistema solar.
Una de las herramientas utilizadas para este fin -que intervino en el descubrimiento- es el espresso. No, no tiene nada que ver con el café, sino con el «cariñoso» nombre que se le da al Espectrógrafo Echelle para Exoplanetas Rocosos y Observatorio Espectroscópico Estable, un instrumento extremadamente sensible que mide los cambios en el espectro de la luz montado en una estructura llamada Very Large Telescopio (VLT). la piscina es enorme Un grupo de telescopios ópticos construidos en el desierto. Atacama es parte de una asociación entre Chile y el Observatorio Europeo Austral (ESO).
Otro instrumento es Carmenes, que utiliza un método llamado espectroscopia Doppler -también conocida como medición de la velocidad radial- y está instalado en un telescopio en el Observatorio de Calar Alto, que se encuentra en Andalucía, al sur de España.
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